martes, 22 de marzo de 2016

El reloj no espera



Si al menos me dieras una tregua. Si pudieras adaptarte a mí y no al contrario. Si quisieras caminar conmigo y no cinco pasos por delante. Si fueras mi aliado y no un enemigo incansable...Pero tú marcas el ritmo, el tuyo. ¡Maldito tiempo!
Y es que cuando hay tanto que contar y mis dedos se mantienen en un estado de letargo continúo, me desespero. Supongo que lo único que me queda es insistir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario