jueves, 28 de abril de 2016

Anhelo






A veces, cuando te pienso, tu imagen está difuminada. Sin forma ni contorno. Supongo que es el paso del tiempo que juega conmigo. Pero con calma, me aproximo a la escalera y recorro la pared. Una, dos, tres y hasta siete cuento. Y llego a esta y la miro. Cierro los ojos y en ese instante escucho mi nombre. Y entonces tú me abrazas y después me das un beso.

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